Discurso de Inauguración del evento “Camino de las Estrellas” en el Canfranc Express, por Jesús Aguirre Hueto, presidente de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Burgos y responsable de impulsar las acciones de recuperación de gastronomía tradicional dentro del proyecto CSXXI.

Estimadas y estimados amigos del Camino, presidentes de asociaciones hermanas, miembros de la prensa y, por supuesto, todos los aquí presentes:

Es un verdadero honor dar inicio a esta velada en un lugar tan singular como la Estación Internacional de Canfranc, donde el pasado y el presente se encuentran para dar vida a una experiencia que trasciende lo ordinario.

Un espacio donde lo extranjero y lo local se conectaba, con trenes franceses y españoles intercambiando mercancías y viajeros, idiomas y destinos. Hoy, revivimos esa esencia, con una experiencia que celebra no solo el trayecto hacia Santiago, sino el poder de los lugares que conectan culturas y personas.

Esta cena, que hoy celebramos a bordo de un vagón, nos invita a revivir aquellos tiempos en los que las fronteras se desdibujaban y los viajes unían a las personas, ofreciendo en cada parada algo único, auténtico y enriquecedor. Aquí, tradición y renovación no solo coexisten; se fusionan para mostrarnos la riqueza de nuestra historia y la promesa de un futuro compartido.

Peregrinar por el Camino de Santiago es mucho más que recorrer un sendero que nos acerca a un destino físico. Es un viaje hacia la autenticidad, un caminar hacia el interior de uno mismo que, paradójicamente, se vive a través de encuentros con otros, de abrazos al final de cada etapa, y de descubrimientos compartidos. Durante siglos, los peregrinos han atravesado nuestras tierras buscando consuelo, sentido, o tal vez simplemente una respuesta.

Esos caminos que tantos recorren cada año atraviesan el corazón de nuestros pueblos y nuestras culturas, que a su vez reflejan el paso de cada peregrino, su historia y su esperanza. Y aquí, hoy, en este evento, queremos rendir homenaje a esa mezcla de caminos y gentes, de historias y de sabores. Queremos que el espíritu del Camino se viva no solo al andar, sino también en la mesa, con platos que honran nuestra historia y productos que nacen de la tierra que nos sostiene.

Hoy, la gastronomía es una protagonista esencial en esta experiencia. En cada plato de esta cena, encontraremos ingredientes de los territorios que atravesamos a pie, desde Aragón y Navarra, cruzando por los suaves viñedos de La Rioja, por la meseta castellana y por las tierras de León, hasta llegar a Galicia, pasando por cada rincón que nos ofrece sus sabores. Esos sabores son parte de la memoria de nuestras tierras y, al mismo tiempo, son nuestra forma de mostrar el respeto y el amor que sentimos por nuestra cultura.

Nuestros productos locales son más que simples ingredientes. Son el legado de generaciones que han trabajado y han cultivado con esmero y dedicación; son la prueba viva de una tradición que aún perdura y que tiene el poder de unirnos a través de los sentidos. Cada plato de este encuentro es una invitación a recorrer el Camino, a conocer el alma de nuestras tierras y nuestra gente, a compartir, en cada bocado, ese viaje que nos transforma.

Este evento también tiene una finalidad especial: queremos invitar a todos los restaurantes a lo largo del Camino a inspirarse en esta tradición, a poner en valor los productos de sus tierras, a ofrecer a los peregrinos una experiencia culinaria que sea un reflejo de la esencia de su propio andar. Porque sabemos que la gastronomía es parte fundamental del viaje: es ese momento de descanso, de paz, de arraigo. Es la oportunidad de sentarse y compartir, de nutrir el cuerpo y el espíritu.

No estaríamos aquí hoy sin el trabajo de cada uno de los que creen en el poder transformador del Camino. Desde nuestras asociaciones de Amigos del Camino de Santiago, que cada día abren sus puertas a los peregrinos, al Hotel Barceló de la vieja estación de Canfranc, que hoy nos brinda este espacio. Gracias a todos ustedes, hoy podemos sentarnos juntos en esta mesa, celebrar la historia y construir el futuro de esta ruta milenaria.

Agradecemos especialmente la visión de nuestros chefs y su compromiso de honrar nuestras tradiciones mientras innovan con cada receta. Su labor no solo da vida a platos exquisitos, sino que también nos recuerda que la tradición y la creatividad no son opuestas, sino compañeras de viaje. Al crear el “Menú del Peregrino” —un recetario basado en los productos de temporada y las recetas típicas de cada región— estamos preservando y compartiendo la riqueza cultural que el Camino de Santiago representa.

El Camino es hoy una experiencia única y universal que atrae a personas de más de 150 países, un lugar donde la espiritualidad, la cultura y la naturaleza convergen para ofrecer una vivencia única. Pero, como en todo viaje, sabemos que es necesario cuidar aquello que nos da vida y sentido. 

Por ello, nuestro compromiso es avanzar hacia un Camino de Santiago sostenible, que respete el entorno y las comunidades que lo acogen.

Caminamos hacia un futuro en el que el peregrinaje siga siendo un refugio, un lugar donde todos encuentren hospitalidad y conexión, y donde la gastronomía local sea una bienvenida y una memoria que llevarán de vuelta a casa. Con esta cena damos un paso más hacia ese futuro, celebrando el Camino de Santiago como lo que es y lo que siempre será: una invitación a la autenticidad, al respeto por las identidades y la diversidad, al encuentro y al redescubrimiento de nuestras raíces y valores compartidos.

Así, les invito a todos a disfrutar de esta experiencia, a recorrer el Camino a través de cada plato, a compartir historias y a recordar que, al igual que el Camino, esta cena es una vivencia compartida. Gracias por acompañarnos en este viaje, por ser parte de esta tradición y por ayudar a escribir el siguiente capítulo del Camino de Santiago.

¡Que sea una noche memorable para todos!

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