Cuidar al peregrino nuestra prioridad. Hacerlo bien desde el “principio” una obligación.

El pasado 27 de mayo tuvimos la ocasión de participar en la Mesa de los Caminos de Santiago de Navarra, acompañados por las asociaciones de Pamplona y Estella y con la presencia de la Consejera de Cultura y Turismo y los Directores Generales de Patrimonio, Turismo y Medio Natural. 

En ella, además de conocer el estado de los proyectos programados, pudimos comprobar, tras reiteradas intervenciones de CFF en este sentido, la creciente disposición del Gobierno de Navarra para dar una solución al inicio del Camino en España.

Los peregrinos, en estos momentos, se deben enfrentar a una etapa singularmente bella en su recorrido pero de gran dificultad física – 27 km de distancia y un desnivel que supera los 1.200 metros- o al peligro de una carretera especialmente transitada y sin arcén. 

A pesar del enorme, y nunca suficientemente agradecido esfuerzo que realizan nuestros socios de Saint Jean a Pied de Port informando a los peregrinos, lo cierto es que, como hemos podido comprobar en los últimos meses, la situación no es sostenible. Si ya es poco comprensible que muchos peregrinos sufran de manera extrema esta situación – hasta el punto de que muchos de ellos se vean en la necesidad de ser evacuados y abandonar su peregrinación – no debemos permitir, como asociaciones que hemos nacido para el cuidado del peregrino, que se produzcan tantas incidencias de extrema gravedad en este tramo.

Desde Camino Francés Federación hemos solicitado, una vez más, una solución a un problema que se está convirtiendo en insostenible tras 30 años de que el Camino haya sido proclamado Patrimonio Mundial y que, en su nombre, se haya gastado tanto dinero en infraestructuras culturales y patrimoniales no siempre vinculadas al mismo.

Por eso, hemos propuesto nuestra solución:

Construir el andadero necesario, de apenas 4,5 km, por la variante de Valcarlos para evitar el peligro de la carretera y la rehabilitación de la Casa del Guardiano, única y exclusivamente, para albergue de peregrinos. El horizonte de tal solución no debería ir más allá del próximo Año Santo.  

Con esta opción, se tendría una variante segura en invierno – es la única de acceso permitida en territorio español por las autoridades – y durante todo el año la posibilidad de que los peregrinos con más dificultades – conseguiríamos una etapa de poco más de 15 km y un desnivel que apenas supera los 500 m. -, o todos en los casos de mal tiempo, sean atendidos y cuidados con la dignidad y respeto que merece la proeza que realizarán en los siguientes días hasta llegar a la tumba del Apóstol. 

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